Rovira, la peor cripto de Milei
La honorabilidad presidencial en el quinto infierno de la casta. De papelón, o de mera ilusión, la Ficha Limpia pasó a convertirse en una tragedia.

Escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial para JorgeAsisDigital.com
Las palabras construyen conceptos, forjan valores artesanales que en política deben respetarse.
La palabra es el máximo capital que el estadista debe proteger.
Sin embargo, al cierre del despacho, ni Carlos Rovira, Poderoso el Chiquitín, ni Javier Milei, Panelista de Intratables, desmintieron el episodio que remite la honorabilidad presidencial hacia el quinto infierno de la casta.
Apenas un crucial llamado telefónico que a Milei le provoca, para su prestigio, un daño más perjudicial que la cripto.
Para desconcierto del adversario premiado. Y sepultura, en simultáneo, para los propios.
Ni con cortafierros
El 10 de diciembre de 1999, dos o tres horas antes de cumplir con la transferencia, el gobernador saliente de Misiones, Ramón Federico Puerta, Tengo Mil Novias, le cambiaba al gobernador entrante, Rovira, Carlitos, hasta el Premier.
Casi sin consultarlo Puerta había seleccionado minuciosamente el próximo gabinete de Carlitos, el sucesor tratado por error como un dependiente.
Como si dejara un “encargado de negocios”.
La ceremonia transcurrió en la austeridad de la calle.
Luego se registró un cóctel amenamente inolvidable.
Con algún invitado ilustre de Puerta que conversó amigablemente con “Carlitos”.
Especialmente con la señora esposa de Carlitos que debía habituarse a ser la primera dama.
– ¿Qué te pareció Carlitos? -le preguntó al diplomático invitado una colaboradora estrictamente leal de Puerta.
“A Carlitos no le sacan el poder ni con un cortafierros”.
Desde Maquiavelo hasta Da Empoli
Dinámica tradicional de la política, desde Maquiavelo hasta Giuliano Da Empoli.
En seis meses, Carlitos reprodujo el vaciamiento de Puerta.
Desde hace 25 años Rovira es el patrón total de Misiones.
Amontonó una impresionante fortuna con la extraordinaria habilidad del talentoso que ni siquiera quiere ser gobernador. Puesto menor.
Desde que perdió, en el plebiscito de 2006, la posibilidad institucional de eternizarse con la elección indefinida.
Idea que le había impuesto, con insistencia, Néstor Kirchner, El Furia.
Justamente el arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio pronto se dio cuenta de la jugada e improvisó un cura para enfrentarlo.
El Obispo Diocesano Joaquín Piña venció a Carlitos con la distribución gratuita de las remeras del San Arcángel.
Carlitos maneja la provincia desde la presidencia de la Pajarera de Diputados.
O desde la aparente dignidad de una banca.
El conductor del Frente Renovador de la Concordia selecciona para el puesto de gobernador sólo a elementos confiables dispuestos a no repetir el mandato. Designaba después al vicegobernador y así sucesivamente.
Para plantarlos después como senadores, ponerlos como ministros o participar de las honrosas listas de espera.
Cuesta encontrar a Carlitos en Posadas.
Con frecuencia trasciende la predilección cultural por Francia.
Habla el francés con la perfección de Jean Paul Sartre.
Solo Carlitos tiene un inconveniente. Consecuencia previsible de la dinámica que se extiende desde Maquiavelo a Da Empoli.
Emerge como riesgo natural, peligrosamente estratégico.
Cuestión generacional que reproduce el dilema social.
Los descendientes de Carlitos siempre se bañaron desde niños con agua caliente.
Habituados a disfrutar cotidianamente de la fortuna.
Con superior frecuencia suelen generar, en su nombre, ostentosos papelones.
Con fiestas lujosas excelentemente regadas que por su educación Carlitos se obstinó siempre en evitar.
Pero ya es, a esta altura, infortunadamente tarde.
Tragedia de Ficha Limpia
Entre la hegemonía coyuntural de La Libertad Avanza y la extinción decadente del PRO persiste la frontera extraña del sentido común.
Precisamente lo que debe unirlos es lo que, en efecto, los separa.
Los exponentes acelerados de ambas organizaciones intensifican la magnitud del fracaso de la Ficha Limpia.
De papelón, o de mera ilusión, la Ficha Limpia pasó a convertirse en una tragedia.
El desliz perverso de Carlitos esclareció el enigma que desconcertó al universo político.
Por orden de Carlitos, los dos senadores de Misiones -la señora Sonia de Decut y Carlos Arce- cambiaron abruptamente su voto.
Porque simplemente se lo pidió a Carlitos por teléfono el presidente Milei.
La profanación de Rovira desnuda la pronunciada tendencia de Milei de entregarse a la estética cordial de la mentira.
Para la devaluación orgánica de su prestigio, la confesión de Rovira es infinitamente peor que otra cripto.
Cuesta imaginar la convivencia cuando la competencia es tan fuerte y sin reglas.
Es imposible armonizar una relación profesional durante el ejercicio de gobierno. Compartir la apasionante vulgaridad de la administración.
Al borde de ser exterminado, Mauricio, el Ángel Exterminador, sabe que debe entenderse obligatoriamente con Milei.
Solo el acuerdo entre los dos inapelables patrones de la derecha puede evitar el regreso invariable del peronismo históricamente salvador.
Un peronismo a la carta acaso fortalecido en su versión más descartable, pero patológicamente legítima.