Juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa: el jefe de seguridad dijo que nunca vio “tanta saña”

Alejandro Muñoz mide 2,03 metros y pesa 150 kilos. Era el jefe seguridad Le Brique la noche en que mataron a Fernando Báez Sosa. Cuando se armó la pelea dentro del local fue el encargado de sacar del lugar a Máximo Thomsen, “pero me hizo tanta fuerza que no pude y llamé a otro compañero para que me ayude”. De este modo buscó ejemplificar el estado de violencia que terminó en el asesinato de Fernando.

Muñoz brindó un preciso relato de lo que sucedió en la puerta del boliche una vez que los dos grupos fueron expulsados del local.

“Vi como separan a los amigos de Fernando y comienzan a pegarle. Cubrían a los amigos y los otros le pegaban; se iban turnando”, narró. “La saña era con Fernando”, precisó.

Dijo que “Thomsen era de los que más le pegaban” y que “el de rodete le pegó una parada y ahí no se levantó más”, en alusión a Matías Benicelli cuyo nombre no mencionó. 

Después de esto, señaló, igualmente le siguieron pegando, mientras estaba inmóvil en el piso.

Con voz quebrada, dijo que “hace 20 años que laburo de esto y nunca vi nada igual, por la saña. Eran patadas y patadas”.