Viernes 26 de abril de 2024
20 JUL 2019 - 15:04 | Política

Así será el país que va a heredar el Gobierno que asuma en diciembre

A 20 días de las PASO, los números que vienen para el período 2020 - 2024, según las principales medidoras de variables económicas.

La Casa de Gobierno espera el 10 de diciembre por el próximo presidente. La herencia económica es grave.

Cuál será la herencia de Mauricio Macri, que bien podría ser una auto herencia ya que irá por su reelección, es el tema del día entre los economistas acerca de qué país recibirá el próximo presidente que se elegirá el 27 de octubre, y en caso de ser necesario, en una segunda vuelta del 24 de noviembre. Si bien la incertidumbre política es determinante a la hora de predecir cómo terminarán el año algunas de las principales variables macroeconómicas, esto no impide delinear el trazo grueso que recibirá el próximo Gobierno nacional.

De acuerdo a estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a 36 países miembros, en diciembre de 2015 el déficit fiscal primario era del 3,8% del PBI, lo que sumado a 1,3% del PBI de pago de intereses daba un balance fiscal total deficitario del 5,1%. Para diciembre de 2018, este déficit total se había elevado al 5,2% producto de una reducción del déficit primario al 2,4% del PBI y de un encarecimiento del servicio de deuda a 2,8% del PBI. Y para 2019 el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), estimó que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne logrará llevar el déficit primario al 0,55% del PBI, pero no al "déficit cero".

Ligeramente peores son las proyecciones de la consultora Economía y Regiones (E&R), que estiman que el resultado primario será deficitario por 1 punto del PBI y el servicio de deuda costará otro 3,2% (4,2% del PBI de déficit financiero) lo que deja al país en la obligación de hacer un fuerte ajuste el año que viene para no caer en un nuevo ciclo de caída de la actividad. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en diciembre de 2015 la deuda externa pública era de 87.700 millones de dólares. Y en marzo de este año llegaba a 169.750 millones de dólares, es decir un 93,6% más, esto sin contar la deuda del Banco Central.

"Para que la deuda sea solvente necesitamos un superávit primario de 3,5% PBI. Es decir, con un déficit primario de -1% del PBI, el próximo gobierno recibiría una coyuntura fiscal que necesitaría de un ajuste de 4,5 puntos para que nuestra deuda sea sustentable en términos financieros", apunta el informe semanal de E&R. 

De lo contrario, el país iría directo a un default. Sin capacidad de refinanciarse, para E&R la economía seguirá ahogada por la presión fiscal y sin capacidad de crecimiento. En este sentido, el economista y director de la consultora Epyca, Martín Kalos, coincidió en que "la principal herencia en términos económicos y de capacidad futura de crecimiento que le deja la administración Macri al próximo gobierno es una economía efectivamente muy restringida para crecer".

EL GOBIERNO, MÁS OPTIMISTA
A contramano de los informes de los especialistas, el Gobierno tiene estimaciones más optimistas. En su proyecto de presupuesto para el año que viene ya adelantó al Congreso que espera que este año las exportaciones crezcan un 10%, lo que con la recuperación del agro permitirá que la actividad termine el 2019 con el último trimestre creciendo a más del 3% interanual y que en 2020 las exportaciones suban otro 7% y el PBI se agrande 3,5% y ponga fin a dos años en recesión.

Sin embargo, para Kalos, el panorama no es tan optimista: "El superávit comercial se ha logrado de la mano de una reducción de las importaciones; han tenido el mayor endeudamiento de cualquier gobierno en la historia argentina, con lo cual hoy ya no queda margen para tomar más deuda. A la vez, no hubo un shock de inversión extranjera directa y no va a haber incentivos a la inversión porque la recesión es tan profunda que en lo inmediato sobra la capacidad instalada para volver a incrementar la producción sin necesidad de invertir nuevamente".

Esto coincide con las previsiones de desempleo de la OCDE, que calculan que por la destrucción de pymes las cifras se seguirán elevando hasta superar el 12% el año que viene. "Por el lado de las políticas públicas, también van a dejar al sector público financiándose con impuestos de emergencia, lo que se traduce en una presión tributaria récord. En el conjunto, es una economía con muchas restricciones al crecimiento porque, fuera de sectores particulares, no hay incentivos a la inversión; y, por otro lado, tampoco va a haber espacio para fomentar el crecimiento con gasto público por la constricción que implica tener que estar negociando permanentemente con el FMI cualquier ejecución de políticas económicas", agrega Kalos.

"Por el lado de la política monetaria, luego de haber estimulado mucho la emisión en los primeros años, Sandleris (Guido, presidente del Banco Central) va a dejar una política monetaria más ordenada", concede el economista de Epyca.

LA INFLACIÓN DEL 40%
Las últimas estimaciones privadas ubican a la inflación de 2019 en 40%, ligeramente superior al 36,6% de 2016 y superior al 26,9% de 2015, pero inferior al 47,6% de 2018. En otras palabras, Macri terminará el mandato con la inflación cercana al 2% mensual, similar a la de la economía que dejó Cristina Fernández de Kirchner a fines de 2015.