La última jugada de Mauricio Macri

La historia argentina marca que cada vez que el dólar se disparó, nunca volvió a bajar. El único caso (atípico) se registró en 1991, cuando el gobierno de Carlos Menem decidió, a través de su ministro de Economía, Domingo Cavallo, dolarizar la economía y crear una nueva moneda, el peso, para reemplazar a los australes y así entrar en una convertibilidad de 1 a 1. Algunos defendían esta medida y hasta le recomendaban al gobierno de Mauricio Macri que hiciera lo mismo. Enseguida se desestimó esta movida.

Con la renuncia de Luis Caputo al Banco Central en medio de una nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional, donde viajaron el propio Macri y el ministro Nicolás Dujovne y su equipo, asumió el segundo del ex coconductor de TN, Guido Sandleris. Es un economista de 47 años, con un perfil de mucha participación en redes sociales. Es más, sumó a su equipo a tuiteros que marcan tendencia en la red social del pajarito, algo que despertó críticas hasta desde adentro de Cambiemos.

En su primera conferencia de prensa, Sandleris comunicó la decisión de que “el Banco Central va a intervenir solamente cuando el dólar baje de 34 pesos o suba más de los 44”, algo que deja en claro la orden del FMI de dejarlo flotar alto, a lo que se oponía “Toto” Caputo, quien salió a liquidar las reservas del Banco Central en búsqueda de que no supere los 40 pesos. Si el billete verde pasa ese límite de 44 pesos el Banco Central saldrá a vender reservas con un máximo de 150 millones de dólares por día. Es decir, una cifra bastante menor a la que ha tenido que inyectar Caputo. ¿Dará resultado para frenar la moneda estadounidense en ese “límite” de 44 pesos?

El flamante titular del Central sostuvo que “hemos cometido errores” y que “los últimos meses han sido muy duros para todos”. Además adelantó que se dejará de lado el régimen actual de metas de inflación y se pasará a un control de la cantidad de dinero en la economía: “Tomaremos las medidas necesarias para que la base monetaria crezca 0% en términos nominales de acá a junio de 2019”, pronosticó.

MÁS PRÉSTAMOS, INTERESES Y DEUDA

El Gobierno esperaba más dólares para este año pero el FMI se plantó en un adelanto de 7.400 millones para lo que resta de 2018 y otros 11.400 millones de dólares más en 2019 lo que totaliza 18.800 millones del billete estadounidense.

Esto se sumará a los 50 mil millones que ya fueron anunciados en junio de este año por Dujovne y la titular del organismo económico internacional, Christine Lagarde. “El monto total del acuerdo Stand By se incrementa de 50.000 a 57.100 millones de dólares, a la vez que se aumentan significativamente, en 19 mil millones de dólares, los desembolsos previstos para lo que resta de 2018 y para 2019”, dijo Dujovne sentado junto Lagarde en Nueva York.

“Para lo que resta de 2018, los desembolsos previstos se elevan de 6.000 millones a 13.400 millones de dólares, mientras que para el 2019 pasan de 11.400 millones a 22.800 millones de dólares. Cabe consignar además que dichos fondos ya no tienen carácter precautorio como establecía el acuerdo original, sino que podrán ser plenamente utilizados como soporte presupuestario”, aseguró envalentonado el ministro bajo la atenta mirada del presidente Macri que también está en Nueva York participando de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El nuevo tramo del préstamo estará destinado en su totalidad a auxiliar el Tesoro nacional, de modo que no habrá incremento de reservas del Banco Central. Por ese motivo, en el Gobierno estiman que el FMI podrá relajar las metas previstas para las reservas del Central. Resta saber entonces cómo será el cronograma de pagos de estos préstamos que apuntan a sanear la economía nacional y a generar un panorama más alentador para 2019 cuando Macri, tal cual lo anunció, se ve compitiendo en las elecciones en búsqueda de su reelección.

NÚMEROS PARA ABAJO

Mientras en el Gobierno brindan con champagne francés junto a Lagarde, en la Argentina los números siguen siendo cada vez más negativos. Según datos oficiales, en agosto el comercio exterior cayó un 1,4% interanual, y la importación, 0,3% con una balanza que arrojó un déficit de 1.127 millones de dólares.

Asimismo, producto del ajuste y la búsqueda de la baja del déficit fiscal, norma número uno que exigió el FMI para los préstamos de dólares, en los primeros siete meses de 2018 la cantidad de ocupados disminuyó en 129.800 personas y en julio cayó en 11.900 personas con respecto a junio el empleo registrado o “en blanco”, en tanto que el salario, descontada la inflación, retrocedió el 6,1% con relación a un año atrás, con datos suministrados por la secretaría de Trabajo y Empleo, otrora ministerio nacional.

En tanto que la actividad industrial cayó el agosto 7,2% interanual con el cuarto mes seguido en baja de su producción, con retrocesos en petróleo (7,2%), plásticos y químicos (4,4%), cigarrillos (1.8%) y textiles (1%) entre los rubros que más sufrieron el ajuste. 

LA MAYORÍA COBRA HASTA 15.000 PESOS

El Instituto Nacional de Estadística y Censos dio a conocer la Distribución Funcional del Ingreso al término del segundo trimestre de este año y señaló que el ingreso total individual del 60 % de la población, ya sea porque cobran un sueldo, jubilación, pensión o subsidio, alcanza hasta 15 mil pesos. Entonces, con este nivel, el 10% de la población concentra el 1,4% del total de los ingresos, y el 10% más acaudalado obtiene el 30,2%. 

En este marco, días atrás el organismo constató una familia tipo necesitó en agosto un ingreso de $20.868,93 para evitar caer en la pobreza y cubrir el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que registró una suba de 36,9% en la medición interanual.

Por su parte, la canasta básica alimentaria (CBA), que determina los ingresos necesarios por hogar para superar el umbral de indigencia, alcanzó los $8.347,57 durante el mismo mes.