A mediados de enero el frigorífico de Castelli cerró sus puertas y 55 trabajadores quedaron despedidos de sus puestos.
El intendente Francisco Echarren, en un diálogo con ENTRELÍNEAS.info en medio de un cónclave del PJ en Costa del Este aseguró a pocos días de ese hecho que “el cierre del frigorífico no es ni político ni nada que se le parezca. Acá se trata de una cuestión exclusivamente económica, donde un gobierno está asfixiando a las cooperativas y a los pequeños productores y el resultado es el cierre del frigorífico”. Y adelantó que estaban en tratativas para reubicar a las personas despedidas.
Ahora, en su Facebook, Echarren publicó en dos líneas algo que había prometido: "Trabajando en la licitación pública para que el Frigorífico vuelva a abrir y la gente recupere sus trabajos" fue el escueto mensaje que es una señal de aliento para 55 familias de Castelli.
LA HISTORIA DEL FRIGORÍFICO
El frigorífico de la ciudad estaba concesionado desde 2014 a la Cooperativa de Carnes de Castelli, pero en octubre pasado el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) intervino la cooperativa y le decretó la prohibición de faena.
A partir de la medida del INAES, el frigorífico fue intervenido por la comuna que, según insistieron funcionarios municipales, está trabajando para formalizar el pedido de licitación pública y evitar que caiga la habilitación para faenar que otorga el Ministerio de Agroindustria.
La suspensión de la faena del matadero provocó una profunda crisis en Castelli, por cuanto 55 personas perdieron su fuente laboral. El conflicto se inició a fines de 2017 y estalló en enero ante la falta de respuesta a los trabajadores que reclaman por su trabajo.