El presidente extenderá la cuarentena obligatoria para evitar que la pandemia del coronavirus explote de lleno en el conurbano bonaerense y la Capital Federal. Aún no decidió la cantidad de días de su ampliación efectiva pero todo dependerá del número de contagiados que cause la pandemia hasta fines de marzo.
La decisión se apoya en la lógica cartesiana que aplica el Presidente para la toma de sus decisiones: si cuando termina la cuarentena -31 de marzo-, se aplanó la curva y dio resultado, por qué ordenar su levantamiento a la espera del pico que está previsto para mediados de abril. Y al revés: si cuando termina la cuarentena, la curva no se aplanó y es el único antídoto conocido, por qué dejar al azar a millones de argentinos frente a la pandemia.
Hace unos días, Ginés González García envió al jefe de Estado un informe reservado que alertaba sobre cuatro escenarios posibles de pandemia en la Argentina. En ese dossier, el ministro de Salud escribió: “Evaluados los cuatro escenarios y en función de la oportunidad de las medidas adoptadas por la Argentina hasta el momento, y si se adoptan nuevas medidas escalonadas, se podría esperar el logro de un aplanamiento de la curva que permitiría llegar a principios del mes de junio con un total aproximado de 250.000 casos.
El presidente evalúa que se multiplicarán los contagios antes de fin de mes y considera que levantar las medidas que restringen la circulación en los espacios públicos puede agravar el impacto de la pandemia en la Argentina.
Es un secreto de Estado que Alberto Fernández sólo compartió con sus ministros y secretarios más cercanos: el presidente extenderá la cuarentena obligatoria para evitar que la pandemia del coronavirus explote de lleno en el conurbano bonaerense y la Capital Federal. Aún no decidió la cantidad de días de su ampliación efectiva pero todo dependerá del número de contagiados que cause la pandemia hasta fines de marzo.
La decisión se apoya en la lógica cartesiana que aplica el Presidente para la toma de sus decisiones: si cuando termina la cuarentena -31 de marzo-, se aplanó la curva y dio resultado, por qué ordenar su levantamiento a la espera del pico que está previsto para mediados de abril. Y al revés: si cuando termina la cuarentena, la curva no se aplanó y es el único antídoto conocido, por qué dejar al azar a millones de argentinos frente a la pandemia.
Alberto Fernández atiende todos los frentes que abre el avance del virus. Se preocupa por la cantidad de camas disponibles, los respiradores que harán falta, la ayuda económica y social para los sectores más vulnerables y el control de las fallas de la cuarentena ante la negligencia de miles de argentinos que se tomaron la medida excepcional como un bonus track de las vacaciones que ya tuvieron en el verano.
Pero el mandatario aún no encontró la solución al impacto psicológico que podría haber en la sociedad cuando anuncie que extenderá el aislamiento para evitar que embista a cientos de familias en el conurbano bonaerense y la Capital Federal.
De todas maneras, Alberto Fernández explicará sus razones de estado basadas en estudios científicos que todos los días llegan a su computadora o su cuenta de Whatsapp.
Hace unos días, Ginés González García envió al jefe de Estado un informe reservado que alertaba sobre cuatro escenarios posibles de pandemia en la Argentina. En ese dossier, el ministro de Salud escribió: “Evaluados los cuatro escenarios y en función de la oportunidad de las medidas adoptadas por la Argentina hasta el momento, y si se adoptan nuevas medidas escalonadas, se podría esperar el logro de un aplanamiento de la curva que permitiría llegar a principios del mes de junio con un total aproximado de 250.000 casos".
Y agregó González García sin eufemismos: “En caso de que las medidas se adoptaran tardíamente, esto es, luego de que se verificara el crecimiento exponencial de la tasa de crecimiento, o que no se lograra un nivel alto de acatamiento (de la cuarentena), el riesgo se elevaría, de manera tal de producir un colapso del sistema de atención, con un número esperado de casos que superaría los 2,2 millones para el mes de junio.
Alberto Fernández tiene razones científicas y de salud pública para extender la cuarentena y sólo medita los tiempos políticos para comunicarla. Asume que dolerá por su ampliación, pero es el costo político que decidió pagar para aplanar la curva, o mejor dicho, evitar que la pandemia se expanda.
26 de abril. La jornada se desarrolló en Mar Chiquita con la presencia de funcionarios, intendentes y militantes.
23 de abril. El homenaje al jefe comunal costero en tributo a “gran trayectoria e historia” se realizará este viernes en Santa Clara del Mar.
19 de abril. El presidente de Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), Hugo Obed, firmó sendos acuerdos con los intendentes Juan Pablo García y Juan de Jesús.
18 de abril. Los trabajos tuvieron una inversión de $88 millones. Además, se hizo entrega de una ambulancia de alta complejidad.
17 de abril. La inversión es parte de un plan de $ 1.273 millones que también contempla trabajos en La Costa y Dolores, de los cuales se anunciarán detalles próximamente.
17 de abril. La iniciativa contó con la adhesión de todos los legisladores que representan a la Sexta sección electoral.
11 de abril. Las partes establecieron un aumento salarial y la revisión inflacionaria de marzo. Los detalles.
10 de abril. El Gobernador bonaerense también fue parte de la apertura del Anexo de la Escuela Secundaria de Bellas Artes. Previamente encabezó la inauguración de la Casa de la Provincia en Villa Gesell.